143. (Los animales de rebaño) son ocho; (cuatro de ellos son): la pareja de ovinos (macho y hembra) y la pareja de caprinos (macho y hembra). Di (a quienes prohíben lo que Al-lah ha hecho lícito, ¡oh, Muhammad!): «¿(Al-lah) os ha prohibido los machos, las hembras o lo que contienen los vientres de estas (las crías)? Hablad con conocimiento si es que sois veraces».
144. (Y los otros cuatro son:) la pareja de camélidos (macho y hembra) y la pareja de vacunos (macho y hembra). Di (a quienes prohíben lo que Al-lah ha hecho lícito, ¡oh, Muhammad!): «¿(Al-lah) os ha prohibido los machos, las hembras o lo que contienen los vientres de estas (las crías)? ¿Acaso Al-lah os lo ordenó y fuisteis testigos de ello? ¿Y quién es más injusto que quien, sin basarse en ningún conocimiento, atribuye mentiras a Al-lah para desviar a la gente (de la verdad)?». Ciertamente, Al-lah no guía a los injustos.
145. Diles: «No encuentro nada que esté prohibido comer entre lo que me ha sido revelado que no sea la carne del animal hallado muerto, lasangre que mana[225] o la carne de cerdo —pues todo él es impuro— o lo que inmoralmente se sacrifique a otro que no sea Al-lah». Pero quien se vea en la obligación de comer de lo prohibido por extrema necesidad, sin intención de pecar o transgredir, (que sepa) que tu Señor es Indulgente y Misericordioso.
[225] No obstante, la poca sangre que permanece en los tejidos del animal una vez ha sido degollado y la mayor parte de su sangre ha fluido fuera del cuerpo no presenta ningún problema.
146. Y prohibimos a los judíos todo animal (rumiante) cuya pezuña no estuviera dividida. Y les prohibimos la grasa de la vaca y de la oveja, salvo la adherida al lomo del animal, a las entrañas o la que está mezclada con el hueso. Así es como los castigamos por su rebeldía. Y somos veraces (en lo que te informamos, ¡oh, Muhammad!).