111. Y si hiciéramos que los ángeles descendieran sobre ellos, les hablaran los muertos (para informarles de la verdad) y reuniésemos todas las cosas (que solicitan) ante sus ojos, no creerían a menos que Al-lah quisiera; no obstante, la mayoría de ellos ignoran (la verdad).
112. Y del mismo modo (que te hemos puesto a prueba con enemigos de entre los idólatras, ¡oh, Muhammad!) hemos asignado a todos los profetas (como prueba) enemigos, los demoniosde entre los hombres y los yinn,que se susurran entre ellos bellas palabras llenas de engaño para desviar a quieneslas oyen. Y si tu Señor hubiera querido, no lo habrían hecho. Déjalos solos, pues, con las mentiras que se inventan.
113. Y (tu Señor permite que esto suceda) para que los corazones de quienes no creen en la otra vida se inclinen hacia esas palabras, se contenten con ellas y sigan cometiendo lo que cometen (y sean castigados por ello).
114. (Diles, ¡oh, Muhammad!:) «¿Buscaré a otro juez que no sea Al-lah cuando Él es Quien os ha revelado el Libro que ha sido explicado con detalle (y que distingue la verdad de la falsedad)?». Aquellos a quienes entregamos las Escrituras (los judíos y los cristianos) saben que (el Corán) desciende de Al-lah con la verdad. No seas, pues, de los que dudan[219] (sobre ella).
[219] Ver la nota de pie de la aleya 147 de la sura 2.
115. La Palabra de tu Señor se ha cumplido con toda verdad y justicia (pues todos Sus mandatos y decisiones son justos). Su Palabra es inalterable; y Él es el Oyente (de todas las cosas), el Omnisciente.
116. Y si obedecieras a la mayoría de quienes están en la tierra, te desviarían del camino de Al-lah. Solo siguen conjeturas y no hacen más que mentir.