[1] Este versículo fue revelado cuando los idólatras de Quraish negaron por soberbia el nombre “El Compasivo”, entonces Dios descendió el siguiente versículo: “Diles: “Ya sea que Lo invoquen diciendo: ¡Oh, Dios!, ¡Oh, Compasivo!, o cualquier otro nombre con el que Le invoquen, Él los oirá. Sepan que Él posee los nombres [y atributos] más sublimes.” (17:110). “El Compasivo” es uno de los nombres de Dios, y a su vez un atributo que describe su divinidad y perfección. En consecuencia, los idólatras no solo negaron la existencia de tal nombre, sino que también negaron su implicancia, es decir, el atributo divino que implica tal nombre. Quienes niegan que los nombres de Dios impliquen atributos de su Ser, caen en el mismo error que esos idólatras.