53. Dios no quita a ningún pueblo las gracias con las que lo ha bendecido, a menos que éste se corrompa [en sus creencias y valores]. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
54. Por lo mismo castigué a la gente del Faraón y a quienes los precedieron, pues desmintieron los signos de su Señor y entonces los aniquilé por sus pecados: por eso ahogué a la gente del Faraón. Sepan que todos [estos pueblos] eran opresores.
57. Si enfrentas a algunos de ellos durante la guerra, dales un escarmiento que sirva de ejemplo a quienes sigan sus pasos. Puede que así reconsideren.
60. Preparen contra ellos cuanto puedan de fuerzas [de combate] y caballería, para que así amedrenten a los enemigos de Dios que también son los suyos, y a otros enemigos que aún no conocen, pero Dios los conoce bien. Sepan que aquello con lo que contribuyan en la causa de Dios les será recompensado generosamente, y no serán jamás tratados injustamente.