41. Sepan que un quinto del botín Le corresponde a Dios, al Mensajero, a sus familiares, a los huérfanos, a los pobres y a los viajeros insolventes [y el resto a los soldados], si es que creen en Dios y en lo que le he revelado a Mi siervo el día que se evidenció la verdad de la falsedad: el día que se enfrentaron los dos ejércitos[1]. Dios tiene poder sobre todas las cosas.
42. [Recuerda] cuando se encontraban[1] en el valle más cercano [a Medina] y el ejército de los idólatras en el más lejano, y la caravana de camellos más abajo [en dirección al mar]. Y si ustedes hubieran sabido que se habría de producir una batalla, se habrían negado a aceptar el desafío. Pero [la batalla fue provocada aun así] para que Dios llevara a cabo algo [que Él había dispuesto] que ocurriera, y para que quien hubiera de perecer [en ese día], pereciera ante una prueba clara de la verdad; y quien hubiera de sobrevivir, sobreviviera ante una prueba clara de la verdad. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
43. Dios hizo que en un sueño vieras a los enemigos como si fueran pocos, pues si se los hubiera mostrado como un ejército numeroso se habrían acobardado, dudando sobre combatir o no. Pero Dios los protegió. Él bien sabe lo que hay en los corazones.
44. Cuando estuvieron frente a frente, Dios hizo que ustedes los vieran poco numerosos, e hizo que ellos los vieran poco numerosos a ustedes, de manera que sucediese lo que Dios había decretado. A Dios se remiten todos los asuntos.
45. ¡Oh, creyentes! Cuando se enfrenten a un ejército [de incrédulos] manténganse firmes y recuerden permanentemente a Dios, que así alcanzarán el triunfo.