[1] El apego fanático a las tradiciones de sus ancestros, a pesar de que contradecían la lógica y el razonamiento sano, pesó más en ellos, y en lugar de abandonar la idolatría, volcaron su frustración y odio sobre Abraham.
[1] Abraham y Lot, al abandonar sus pueblos debido al castigo de Dios sobre ellos, emigraron a Palestina, la tierra que Dios describe como bendita para TODA la humanidad, y no solo para un pueblo que se autodenomina “los elegidos de Dios”.