[95] La batalla de Badr fue la primera batalla del Islam y tuvo lugar en el mes de ramadán del segundo año de la Hégira, cerca de la ciudad de Medina. Al-lah concedió a los creyentes la victoria, a pesar de que los incrédulos de La Meca los triplicaban en número.
[96] También puede entenderse que los creyentes vieron con sus propios ojos que las fuerzas de los incrédulos de La Meca los doblaban en número. Ambas interpretaciones son completamente ciertas y no se contradicen, pues Al-lah quiso levantar la moral de los creyentes haciéndoles ver que sus enemigos solo los doblaban en número, cuando, en verdad, los triplicaban; asimismo, para infundir miedo en los corazones de los incrédulos de La Meca, Al-lah hizo ver a estos que los creyentes los doblaban en número.
[97] Esta aleya enumera los placeres terrenales que los árabes contemporáneos del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— deseaban más, pero es aplicable a todo aquello que el hombre puede desear en cualquier época y en cualquier lugar.