[463] Los alimentos ingeridos van sufriendo transformaciones químicas a medida que los ácidos gástricos e intestinales se van mezclando con la masa alimenticia. La absorción de los nutrientes de los alimentos se produce a través de las paredes del intestino delgado, y luego son transportados por la sangre a los órganos del cuerpo, incluidas las glándulas mamarias; por este motivo la aleya menciona que la leche se produce de entre las heces (ya que estas se forman en el intestino tras ser absorbidos los nutrientes) y la sangre, llamándonos la atención para que veamos que algo tan puro puede proceder, por la gracia de Al-lah, de dos sustancias impuras.
[464] Esta aleya es anterior a la prohibición de las bebidas alcohólicas (ver la nota de la aleya 219 de la sura 2).
[465] La manera en la que Al-lah inspira a los animales es a través de sus propios instintos, ya que Al-lah los ha guiado para que realicen la función para la que han sido creados de manera innata.
[466] En la lengua árabe la declinación de los verbos es completa y permite distinguir el género del sujeto, masculino o femenino, tanto en las segundas como terceras personas. Al-lah se dirige a las abejas en el género femenino porque son las hembras las que trabajan en la fabricación de la miel.
[467] Entre las propiedades curativas de la miel, destaca que es cicatrizante, antiinflamatoria, previene las infecciones y estimula la regeneración de la piel, a la vez que es una fuente importante de vitaminas y minerales, regula y facilita la circulación sanguínea y es antioxidante.
[468] Mediante este ejemplo, Al-lah denuncia que se adoren a otros además de a Él y explica que, del mismo modo que el hombre no aceptaría compartir con sus esclavos su riqueza y estatus, Él no puede aceptar que Sus siervos se equiparen a Él y compartan Su gloria, poder y divinidad.