[1] Irónicamente, los cristianos encuentran esa enseñanza en las palabras mismas de Jesús, pero prefieren seguir la deformación que hicieron otras personas de esa creencia clara y evidente en el monoteísmo. En Marcos 12:28-31 dice: “Uno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo bien que Jesús les había contestado, le preguntó: —De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante? —El más importante es: ‘Oye, Israel. El Señor nuestro Dios, el Señor es uno —contestó Jesús. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’”.