88. El Mensajero y quienes creen en él luchan con sus bienes materiales y sus personas. Ellos recibirán las bondades [en esta vida y en la otra], y serán quienes [finalmente] triunfen.
90. Se presentaron algunos beduinos [ante ti, ¡Oh, Mujámmad!] pidiéndote permiso para no ir a luchar sin excusa válida, pero los [hipócritas] que mintieron a Dios y a Su Mensajero se quedaron sin excusarse siquiera. A estos incrédulos Dios les infligirá un castigo doloroso.
91. Los débiles, los enfermos y los que carecen de recursos no tienen nada que reprocharse por no poder salir [a combatir], si son sinceros con Dios y Su Mensajero. A los que hacen el bien no hay motivo para censurarlos si en algún momento no pueden hacerlo. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
92. Tampoco deben ser reprochados aquellos que cuando se presentaron ante ti [¡Oh, Mujámmad!] para que les proveyeras de montura [y así poder combatir por la causa de Dios], les informaste que no contabas con ninguna cabalgadura para ellos, y entonces se retiraron con los ojos inundados de lágrimas, tristes por no poder contribuir [a la causa de Dios].
93. Los que deben ser censurados son aquellos [hipócritas] que te pidieron permiso para rezagarse [sin excusa válida y no contribuyeron ni siquiera con sus bienes materiales] a pesar de ser ricos. Ellos prefirieron quedarse con los eximidos, y por ello Dios bloqueó sus corazones y no pueden discernir.