21. ¡Oh, creyentes! No sigan los pasos del demonio, porque quien siga los pasos del demonio debe saber que él induce a cometer obscenidades actos reprobables. Si no fuera por la gracia y la misericordia de Dios, ninguno de de ustedes podría purificarse jamás de sus pecados, pero Dios purifica a quien quiere [perdonándole sus pecados]. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
22. Que los que hacen obras de bien y los que tienen riqueza no juren dejar de ayudar [a los pobres debido a su participación en la calumnia a Aishah] a sus parientes, a los pobres y a quienes dejaron sus hogares por la causa de Dios, y [es mejor] que los perdonen y los disculpen. ¿Acaso no aman ser perdonados por Dios? Dios es Indulgente, Misericordioso.
26. Las palabras perversas son para los perversos. Los perversos son objeto de palabras perversas. En cambio, las palabras buenas son para los buenos. Estas buenas personas son inocentes de cuanto los acusan, sus faltas les serán perdonadas y tendrán una recompensa generosa.
27. ¡Oh, creyentes! No entren en ninguna casa que no sea la suya sin antes pedir permiso y saludar a su gente. Esto es lo mejor para ustedes, para que así recapaciten.