[1035] El creyente no debe pedir a Al-lah que perdone a un idólatra porque la idolatría es el pecado más grave para Al-lah y el único que no perdona, a menos que el idólatra se arrepienta y siga la verdad. Abraham pidió a Al-lah que perdonase a su padre antes de tener la certeza de que era un enemigo de Al-lah. Cuando supo que su padre no iba a aceptar la verdad, se alejó de él y siguió su propio camino.
[1036] Una de las condiciones del Tratado de Hudaibiyah era que cualquier persona que dejase La Meca para unirse a los creyentes de Medina debía ser devuelto a La Meca, aunque hubiese aceptado el islam. Al-lah reveló esta aleya para que los creyentes no devolvieran a las mujeres que habían aceptado la fe a sus familias idólatras por las razones que explica la aleya, constituyendo este punto una excepción del Tratado.
[1037] Ver la nota de la aleya 229 de la sura 2.
[1038] La aleya se refiere a los judíos, concretamente a los judíos de Medina, que habían incurrido en la ira de Al-lah por haber rechazado la verdad y al profeta Muhammad —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— tras haber tenido pruebas claras de su veracidad.
[1039] También puede entenderse: «Al igual que quienes no creen en la resurrección de los muertos han perdido la esperanza de obtener también su recompensa en la otra vida».