[1] Para constatar que han emigrado sinceramente por la causa de Dios y Su Mensajero.
[2] Si la mujer emigra a tierras musulmanas porque su esposo o familia no le permiten vivir libremente su religión, los musulmanes deben obligatoriamente ofrecerle asilo y no permitir que vuelva a sufrir maltrato ni persecución a causa de sus creencias.
[3] Si un hombre acepta el Islam y su esposa no quiere ingresar en la fe, y desea irse donde su familia o romper el matrimonio, el hombre musulmán no tiene derecho alguno a retenerla, pero puede solicitar que le devuelvan, en compensación, lo que invirtió en la dote.
[4] Los no musulmanes.