[314] En Tabuk, unos hipócritas se reían de los compañeros del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—diciendo que nunca habían visto a unos hombres tan hambrientos, tan mentirosos y tan cobardes en la batalla como ellos. Esto llegó a oídos del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, y los hipócritas se excusaron diciendo que bromeaban hasta que Al-lah reveló estas aleyas.