[1] El dinero puede ser calificado con la justicia, la virtud y la opresión. El dinero justo es el que se obtiene con trabajo; el virtuoso, el que se gasta en una caridad; y el opresor, el que se gana con la usura. La usura es el interés que se aplica al préstamo de dinero o el precio por la extensión del tiempo estipulado para la devolución de un préstamo. Para la legislación islámica, la usura es un pecado capital y está prohibida en todas las religiones celestiales debido al gran perjuicio que ocasiona. La usura provoca la enemistad entre las personas y lleva al enriquecimiento a expensas de la apropiación del dinero o los bienes del pobre. La usura cierra las puertas de la caridad y de la benevolencia, y apaga el sentimiento de compasión y solidaridad en el ser humano. Los intereses que los bancos cobran en la actualidad por los créditos que otorgan pertenecen a la usura prohibida por el Islam, al igual que los intereses que pagan por los depósitos.