[1] Este versículo nos habla sobre nuestra responsabilidad individual y social en la construcción de nuestro propio destino. Si queremos que el bienestar abunde en nuestra sociedad, debemos mantenernos en el buen camino, ser ejemplares, tanto en la fe como en los comportamientos sociales, porque, este versículo claramente establece que, si individual o socialmente cambiamos para mal, las gracias y bendiciones de las cuales gozábamos podrían desaparecer como un castigo de Dios. Ver Corán 8:53 y 42:30.