[1] A los seguidores sinceros de otras religiones que reconocen la verdad en el mensaje del Corán.
[1] El motivo de la revelación de este versículo es la muerte del tío del Mensajero de Dios, Abu Talib, quien seguía la religión de sus ancestros. Ibn Kazir dijo: “Dice Dios a su Profeta: ¡Mujámmad! Tú no puedes guiar a quien deseas, porque la guía no está en tus manos, sino que a ti te corresponde difundir el Mensaje y Dios ha de guiar a quien Él quiera. A Dios pertenece la sabiduría infinita, tal como dijo en el Corán: ‘No es tu obligación [¡Oh, Mujámmad!] que sigan la guía, sino que Dios guía a quien quiere’ (2:272); y ‘la mayoría de los seres humanos, aunque lo anheles, no serán creyentes’ (12:103)”. La guía mencionada en este versículo es la concesión de la guía (hidaiat at-taufiq), porque esta se encuentra en poder de Dios. En cuanto a la guía mencionada en el siguiente versículo: “Y tú guías a un sendero recto” (42:52), es la invitación hacia la guía (hidaiat al-irshad), porque el Mensajero de Dios es quien llama hacia Dios, Su religión y Su legislación.