[282] Una quinta parte debe ser distribuida en la causa de Al-lah entre las personas mencionas en la aleya, mientras que las cuatro quintas partes restantes son para el ejército.
[283] Debe entenderse que quienes habrían flaqueado y discutido acerca de la orden de luchar son los compañeros del Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, y no el Mensajero de Al-lah —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz—, quien siempre se mostró firme en su fe.