[688] Esta parte de la aleya puede entenderse de dos maneras: no serán reprochados por no poder salir a combatir, puesto que Al-lah los ha excusado, o por comer con la gente sana en la casa de estos o de sus familiares, ya que la gente solía sentirse incómoda al comer con ellos o incluso ellos mismos podían sentirse incómodos en una casa ajena.
[689] Antes del Islam, algunas tribus consideraban que era vergonzoso comer solos y no comían ni bebían, por más hambre que tuvieran, a menos que alguien los acompañase. Esta aleya les aclara que no hay ningún problema en comer solos.
[690] Incluso en el caso de que no haya nadie en la vivienda, pues entonces es recomendable decir al entrar: “La paz esté con nosotros y con los siervos de Al-lah rectos y virtuosos”, ya que los ángeles devuelven el saludo.