19. ¡Oh, creyentes! Quedan abolidas las costumbres [paganas preislámicas] de heredar a las mujeres como un objeto y de obligarlas a casarse y retenerlas por la fuerza para recuperar parte de lo que les habían dado[1], a menos que ellas cometan un acto de inmoralidad[2]. En lugar de eso, traten amablemente a las mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas les llegara a disgustar [sean tolerantes], puede ser que les desagrade algo en lo que Dios ha puesto un bien para ustedes.
[1] Como dote o para heredarla cuando muera. [2] Si a una mujer se le comprueba la infidelidad el esposo tiene derecho a reclamar la devolución de lo que hubiese regalado como dote.