23. No se aceptará ninguna intercesión y solo podrán hacerlo aquellos a quienes Él se lo permita, hasta que, cuando el terror se aleje de sus corazones [los ángeles] se preguntarán [unos a otros]: “¿Qué dijo su Señor?” Responderán: “La Verdad. Él es el Sublime, el Grande”.
24. Pregúntales [¡Oh, Mujámmad! a los idólatras]: “¿Quién los sustenta de los cielos y la Tierra?” Diles: “¡Dios!” Uno de nosotros está en el sendero recto y el otro en el error evidente.
28. No te envié [¡Oh, Mujámmad!] sino como anunciador de buenas nuevas y amonestador para todos los seres humanos. Pero la mayoría de la gente lo ignora.
31. Dicen los que se negaron a creer: “No creeremos en este Corán ni en los [Libros revelados] anteriores”. Pero si vieras [¡Oh, Mujámmad!] cuando estén los que cometieron injusticias frente a su Señor, increpándose unos a otros. Dirán los seguidores oprimidos a los [líderes] arrogantes: “Si no fuera por ustedes hubiéramos sido creyentes”.