[178] Literalmente, la aleya dice “los alimentos de quienes recibieron las Escrituras”, pero debe entenderse que la carne y las grasas animales están sujetas a las condiciones mencionadas en la aleya 3, por lo que son una excepción al resto de los alimentos, los cuales son todos lícitos sin importar quién los manipule. En cuanto a los animales que sacrifican los cristianos y los judíos, en principio son lícitos para los musulmanes (con la excepción del cerdo) porque no los sacrifican en nombre de otro que no sea Al-lah, y algunos eruditos islámicos opinan que es suficiente mencionar el nombre de Al-lah antes de consumirlos en caso de que el matarife no lo haya pronunciado en el momento de degollarlo. No obstante, actualmente, en muchos países cristianos los animales son aturdidos previamente con descargas eléctricas y otros procedimientos que pueden provocar su muerte antes del degüelle. En este caso, la carne y la grasa de dichos animales no son lícitas para los musulmanes. Sería conveniente que el musulmán que se halle en un país cristiano se informara del procedimiento que siguen los mataderos para saber si puede o no consumir dicha carne.