[493] Al-lah ordena a Sus siervos creyentes hablarse entre ellos con respeto y buenas palabras para evitar que una mala palabra pueda ser utilizada por el Demonio para sembrar la discordia entre ellos. Del mismo modo, Al-lah también ordena a los musulmanes dirigirse a quienes no lo son con buenas palabras cuando se les exhorta a seguir el islam o se debate con ellos (ver la aleya 125 de la sura 16).
[494] En muchos casos, los ídolos son, en su origen, representaciones de personas reales que vivieron y fueron conocidas por su bondad, como en el caso de los santos en el catolicismo, y se les invoca para que medien por los hombres ante Al-lah, cuando los mismos ídolos buscan aproximarse a Él y temen Su castigo.
[495] Ver la primera nota de la aleya 38 de la sura 6.