[237] Los hombres o gentes del muro son personas que tendrán tantos pecados como buenas acciones, y deberán aguardar hasta el final para que Al-lah decida sobre ellos y sobre su destino.
[238] Los habitantes del Paraíso tendrán el rostro iluminado por la fe, mientras que los rostros de los habitantes del Infierno estarán ensombrecidos.
[239] Otra posible interpretación es que las gentes del muro dirán a los habitantes del Infierno acerca de los débiles y pobres de entre los creyentes:“¿No son esos aquellos acerca de quienes juraron que Al-lah no se apiadaría de ellos?”. (Les fue dicho a los pobres y débiles:) “Entren al Paraíso, no tendrán nada qué temer ni se sentirán jamás afligidos”.