[942] Durante los trece años previos a la Hégira, cuando los musulmanes vivían amenazados en La Meca, Al-lah no les permitió combatir, sino que los animó a ser pacientes ante las ofensas de los idólatras. Una vez los musulmanes hubieron emigrado a Medina y hubieron establecido la primera comunidad musulmana, Al-lah reveló la orden de combatir por Su causa contra quienes los atacaban y dificultaban la estabilidad de la comunidad.