[209] Los idólatras de La Meca solían denigrar a los pobres de entre los creyentes y le pedían al Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— que los echara de sus asambleas para que ellos pudiesen asistir. Como el Profeta —que Al-lah lo bendiga y le dé la paz— deseaba que los poderosos idólatras se convirtiesen al islam, podía verse tentado a cumplir sus deseos; por ese motivo, Al-lah le advierte en esta aleya que sería injusto si lo hiciera.