[819] La tierra de Saba continuaba siendo muy próspera, como en tiempos del profeta Salomón y la reina Bilqis, debido a una gran presa que había sido construida por antiguos reyes del lugar, donde se acumulaba el agua de la lluvia y la que bajaba de las montañas. Esto permitía que la tierra fuera rica en cultivos. Algunos comentaristas opinan que Saba es el nombre de una tribu importante que vivía en esa zona de Yemen, concretamente en Ma’rib, y que no es el nombre de la tierra (ver la nota de la aleya 22 de la sura 27 sobre el reino de Saba).
[820] Las poblaciones que Al-lah había ubicado antes de su lugar de destino les permitían descansar y que sus viajes se les hicieran menos pesados; no obstante, ellos, debido a su prepotencia y arrogancia, se comportaron con ingratitud pidiéndole a Al-lah que no facilitara sus viajes ni los acortara.